Los venezolanos rechazamos el apoyo de Hugo Chávez a su “hermano Gadafi” por los crímenes de lesa humanidad que viene cometiendo contra el pueblo libio.
Su argumento de que “desconoce lo hechos… y que seria un cobarde si condenara a su amigo Gadafi” es indigno de Venezuela y linda en la complicidad. Si la consideración de amigo priva para el por encima de su responsabilidad como jefe de estado debería entonces marcharse a Trípoli y secundar a su amigo en estas tareas, pero no representando a Venezuela.
Semejante argumento es inaceptable. No solo los medios internacionales se han ocupado de transmitir la dimensión de la masacre-sino que incluso el propio canal Telesur – medio de propaganda de su régimen - transmitió el 1 de marzo en voz de su corresponsal Rid Lichi lo siguiente (http://bit.ly/f9USvQ):
“Hay una evidencia abrumadora de que las fuerza militar de Gadafi utilizan armas de guerra y que tienen ordenes de disparar a matar civiles desarmados. Todos los muertos tienen heridas en la parte superior del cuerpo. Las morgues tienen tres cadáveres por cama (…) la gente nos pregunta por qué Hugo Chávez apoya semejante matanza”
Pero no solo es la evidencia de testigos lo que hace inaceptable esta posición. El presidente Chávez sabe perfectamente que por los crímenes del régimen de Gadafi, Libia ya fué expulsada del Consejo de Derechos Humanos de la ONU - una acción sin precedentes, adoptada con el voto de toda la Asamblea General de la ONU que reúne a 192 estados. Solo Venezuela, Cuba y Nicaragua defendieron a este régimen asesino.
Sabe también que ya antes la propia Liga Arabe suspendió a Libia, y que el Consejo de Seguridad, por unanimidad, le impuso severas sanciones y trasladó el caso a la Corte Penal Internacional para que proceda.
Sabe que el Fiscal de la Corte ya ha anunciado que existen suficientes evidencias para iniciar al investigación formal sobre la comisión de crímenes de lesa humanidad por parte del régimen de Gadafi.Igualmente que “Los responsables de la represion libia serán perseguidos y castigados”
Hugo Chávez sabe, al presentarse como su “amigo”, que el régimen de Muamar Gadafi ya fue condenado en el pasado por el Consejo de Seguridad por ser responsable del acto de terrorismo de la voladura del avión de Panam sobre Lockerbie y que costo cientos de vidas. Presidía yo el Consejo de Seguridad por lo que al siguiente día de la decisión turbas de Gadafi incendiaron la sede de la embajada de Venezuela en Trípoli.
Sabe también que no es si no a partir de la renuncia del régimen libio al desarrollo de armas de destrucción masiva, apenas en 2006, que su plena reinserción a la comunidad internacional de naciones fue posible.
Sabiendo todo esto, el presidente Chávez no tiene derecho a sumar al pueblo venezolano a su posición de inexcusable tolerancia con un régimen evidentemente responsable de crímenes de lesa humanidad. Con ello hace cómplice a Venezuela de tales crímenes y no lo somos. Estamos seguros que ni siquiera la minoría que hoy le respalda, podría estar de acuerdo con tal posición, si es que les queda un mínimo de dignidad.
De la misma manera la Fuerza Armada que el presidente Chávez se empeña en alinear a sus fines politicos no puede estar de de acuerdo con la posición adoptada por su comandante en jefe, ni menos aún en comportarse como la fuerza armada de Gadafi que les acarrearía la misma suerte ante la justicia internacional.
Tampoco tiene derecho a declarar en nombre de países democráticos de América Latina y el Caribe a los cuales irresponsablemente pretende sumar a su irresponsable posición.
Los venezolanos, mas allá de nuestras diferencias, nos hemos distinguido siempre por la defensa de la democracia y los derechos humanos. Solo un hombre carente de los mas básicos principios éticos puede adoptar semejante posición y con ella someter a Venezuela al escarnio internacional y ofender el gentilicio nacional.
Antes que solidarizarse con semejante régimen, lo que Venezuela reclama es romper relaciones con el mismo de inmediato, declarar nulos la multiplicidad de convenios bilaterales suscritos, de todos los cuales ni siquiera la Asamblea Nacional esta en pleno conocimiento, y evaluar seriamente si no se ha incurrido en traición a la patria con esta alianza criminal y con el irresponsable obsequio de la replica de la espada del Libertador a semejante tirano.
Queremos que el sufrido pueblo Libio sepa que los venezolanos jamás podríamos ser cómplices de Gadafi y que aspiramos que ellos mismos-sin necesidad de intervención externa- puedan muy pronto ponerle fin a ese régimen criminal sangriento y terrorista con el cual el jefe de estado venezolano pretende asociarnos ante el mundo.
Caracas 4 de marzo de 2011
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